Así se ve una red robusta

Cuando hablamos de infraestructura de TI, el aspecto físico no solo es importante, sino fundamental. Nos referimos al entorno físico y al bienestar material del equipo y la red.

Si una organización necesita adquirir o actualizar su infraestructura técnica, debe realizar una planificación a mediano plazo en el entendimiento de que para cumplir con altas expectativas, debe garantizar un alto rendimiento de la red.

Los responsables de instalar u optimizar la infraestructura deben asegurar la capacidad de transmitir información y asegurar el ancho de banda para brindar servicios de alta calidad.

Cuando no hay una infraestructura sólida y una configuración óptima (diseñada para hacer que la información fluya continuamente sin cuellos de botella), tener una conexión sólida desde el exterior es inútil.

Afortunadamente y por el bien de la industria, desde hace algunos años el cableado ha sido revalorado porque en el pasado se consideró a los transportes físicos como algo poco eficiente. Hoy, las tendencias indican que cada vez más empresas están instalando fibra óptica para asegurar los niveles de disponibilidad y eficiencia.

Según datos de CRU, la demanda mundial de cables de fibra óptica alcanzará en 2021 los 617 millones de kilómetros básicos, lo que significa 3 veces la del 4G. La demanda global del 5G sigue creciendo pero con una tasa anual compuesta del 5%. 

Por otro lado, según Stephen Nienhuis, director de Fibras Ópticas de México, el valor del mercado en México durante el primer trimestre de 2021 fue de 466 millones de dólares. Si se multiplica por cuatro, la proyección para el cierre del año es de 2 mil millones de dólares. Todo esto impulsado por la demanda de banda ancha por parte de empresas y hogares, la mayor penetración de Internet móvil y la renovación de la infraestructura de telecomunicaciones en el país.

Cuatro factores clave que deben tomarse en cuenta para elegir la infraestructura física adecuada:

1. Hacerlo escalable

Las empresas deben tener una infraestructura escalable compatible con los sistemas en la nube, pero sin olvidar que las necesidades de rendimiento de los clientes internos se triplican cada año.

Cada vez hay más servicios comerciales a los que se puede acceder sin gastar demasiado, por ejemplo, servicios de videoconferencia bajo demanda que solo pagan por el consumo, pero para beneficiarse de ellos, necesita una buena red que los soporte.

2. Realización inteligente del centro de datos físico

Hoy en día, debido a la virtualización y la mayor potencia informática que brindan los fabricantes, un gabinete puede tener 400 servidores virtuales. Sin embargo, aunque estas tecnologías han avanzado mucho, las empresas deben prestar atención a cuestiones como la gestión del calor o el uso del aire, y seguir buscando ahorrar en el consumo de energía.

3. Utilizar estándares

Hay tantas aplicaciones y productos para interconectar que se puede causar problemas. Para evitar este tipo de complicación, las organizaciones deben adoptar métodos estandarizados y seguir las mejores prácticas para cuestiones como la gestión del flujo de aire, la disposición de los equipos e incluso la colocación de cables.

4. Capacidades de seguimiento

“Cuantas menos visitas al sitio de instalación, mejor”, dicen los expertos.

En este sentido, se recomienda contar con mecanismos y herramientas que permitan visualizar y solucionar de forma remota problemas menores, e incluso evitarlos mediante un seguimiento permanente de su desempeño.

Si la computadora consume más energía o hay un problema de seguridad, entonces es mejor estar seguro que arrepentirse y encontrar los problemas potenciales temprano.